Fecha de la última revisión: 29 de enero de 2021
Recomendación:
- Las y los profesionales de la salud que efectúan los procedimientos de aspiración por vacío deben inspeccionar los restos ovulares inmediatamente después de la aspiración por vacío.
- No se recomienda enviar los restos ovulares para una evaluación histopatológica de rutina.
Grado de la recomendación: fuerte
Calidad de la evidencia: muy baja
Inspección visual de los restos ovulares
La inspección visual de los restos ovulares es un paso rutinario en la aspiración por vacío recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2014), el Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos (RCOG, 2015) y la Federación Nacional de Aborto (NAF, 2017). Si no se ven restos ovulares, la mujer no debe dejar la unidad de salud hasta que se hagan planes para una consulta de seguimiento. La presencia de restos ovulares durante la inspección visual confirma que el embarazo era intrauterino y es congruente con un aborto completo (Westfall, Sophocles, Burggraf y Ellis, 1998). Si no se ven restos ovulares, la mujer no debe salir del establecimiento de salud hasta que se formulen planes para seguir las directrices locales para excluir el diagnóstico de embarazo ectópico. La inspección inmediata de los restos ovulares puede acelerar el diagnóstico de embarazo ectópico y disminuir la tasa de morbimortalidad (Goldstein, Danon y Watson, 1994). En casos en los que se sospecha patología anormal, como un embarazo molar, se puede utilizar la histopatología además de la inspección visual.
Enviar los restos ovulares para un examen de histopatología de rutina no afecta los resultados clínicos y aumenta el costo del aborto (Heath, Chadwick, Cooke, Manek y MacKenzie, 2000; Paul, Lackie, Mitchell, Rogers y Fox, 2002).
Las instrucciones para inspeccionar visualmente los restos ovulares se encuentran en el manual de Ipas titulado La atención integral del aborto centrada en la mujer: manual de referencia, 2da edición, página 204 (Ipas, 2014).
Referencias bibliográficas
Goldstein, S. R., Danon, M. y Watson, C. (1994). An updated protocol for abortion surveillance with ultrasound and immediate pathology. Obstetrics & Gynecology, 83(1), 55-58.
Heath, V., Chadwick, V., Cooke, I., Manek, S. y MacKenzie, I. Z. (2000). Should tissue from pregnancy termination and uterine evacuation routinely be examined histologically? BJOG: An International Journal of Obstetrics & Gynaecology, 107(6), 727-730.
Ipas. (2014). La atención integral del aborto centrada en la mujer: manual de referencia (segunda ed.) K. L. Turner y A. Huber (Eds.). Chapel Hill, Carolina del Norte: Ipas.
National Abortion Federation. (2017). Clinical Policy Guidelines. Washington, DC: National Abortion Federation.
Organización Mundial de la Salud. (2014). Manual de práctica clínica para un aborto seguro. Ginebra: Ediciones de la Organización Mundial de la Salud.
Paul, M., Lackie, E., Mitchell, C., Rogers, A. y Fox, M. (2002). Is pathology examination useful after early surgical abortion? Obstetrics & Gynecology, 99(4), 567-571.
Royal College of Obstetricians and Gynaecologists. (2015). Best practice in comprehensive abortion care. Londres: Royal College of Obstetricians and Gynaecologists.
Westfall, J. M., Sophocles, A., Burggraf, H. y Ellis, S. (1998). Manual vacuum aspiration for first-trimester abortion. Archives of Family Medicine, 7(6), 559-62.
Todas las Actualizaciones clínicas y herramientas y recursos relacionados están disponibles en línea en www.ipas.org/actualizacionesclinicas.