Fecha de la última revisión: 7 de febrero de 2021
Información clave:
- La dilatación y evacuación (D y E) y el aborto con medicamentos inducido con mifepristona y misoprostol combinados o con misoprostol solo, son métodos de aborto seguros y eficaces.
- Cuando se dispone de D y E y aborto con medicamentos, se le debe permitir a la mujer la opción de elegir entre los dos métodos.
- El aborto con medicamentos tiene una mayor tasa de retención de restos ovulares, aborto fallido y eventos adversos menores.
- La D y E requiere un/a prestador/a de servicios capacitado/a y experimentado/a y equipo especializado.
Calidad de la evidencia: moderada
Comparación de métodos
En el ensayo aleatorizado más extenso que comparó métodos de aborto a las 13 semanas o más de gestación, 58 mujeres con embarazo de 13 a 20 semanas de gestación recibieron una D y E y 52 recibieron un aborto con medicamentos inducido con mifepristona y misoprostol (Kelly, Suddes, Howel, Hewison y Robson, 2010). Las tasas de complicaciones fueron las mismas en los dos grupos (12%), aunque los tipos de complicaciones fueron diferentes. Cinco mujeres en el grupo de aborto con medicamentos necesitaron evacuación endouterina por retención de restos ovulares y una sufrió sangrado que necesitó transfusión; solo una mujer en el grupo quirúrgico requirió evacuación endouterina repetida, una sufrió una laceración cervical y cinco presentaron hemorragia que no requirió transfusión. Un porcentaje estadísticamente significativo de las mujeres seleccionadas al azar para tener un aborto con medicamentos presentaron más sangrado y dolor, y estaban menos satisfechas con el proceso de aborto que las mujeres que tuvieron una D y E. En un ensayo piloto aleatorizado con 18 mujeres con embarazo de 14 a 19 semanas de gestación, en el cual se comparó la D y E con el aborto con medicamentos inducido con mifepristona y misoprostol, se demostró una tasa más alta de eventos adversos, específicamente retención de placenta y fiebre, en las mujeres que tuvieron un aborto con medicamentos, aunque ninguno fue serio (Grimes, Smith y Witham, 2004).
El estudio de cohorte retrospectivo más extenso disponible fue realizado en Nepal con 2294 mujeres a las 13 semanas de gestación; a 595 mujeres se les practicó una D y E y a 1701 se les practicó un aborto con medicamentos (Kapp, Griffin, Bhattarai, & Dangol, 2020). En general, en ambos grupos rara vez ocurrieron complicaciones (<1% para D y E, 1.4% para aborto con medicamentos), las cuales principalmente consistieron en hemorragia. En estudios de cohorte retrospectivos menos extensos, las mujeres con embarazos de 13 a 24 semanas de gestación que tuvieron un aborto con medicamentos tuvieron mayor tasa de aborto fallido y retención de restos ovulares con necesidad de mayor intervención, comparadas con las mujeres a quienes se les practicó una D y E. La tasa de eventos adversos importantes, tales como infección, transfusión, histerectomía y muerte, no difirió entre los dos métodos (Autry, Hayes, Jacobson y Kirby, 2002; Bryant, Grimes, Garrett y Stuart, 2011; Sonalkar, Ogden, Tran y Chen, 2017).
En estudios publicados del aborto con medicamentos comparado con la D y E, las tasas de intervención para el aborto con medicamentos posiblemente sean artificialmente altas porque la falla fue definida como ninguna expulsión en un plazo de 24 horas (Bryant et al., 2011) y se diagnosticó retención de placenta después de dos horas (Grimes et al., 2004). En la práctica, se debe permitir más tiempo para que ocurra un aborto completo con medicamentos.
Resultados perinatales posteriores
Un estudio finlandés basado en registros de madres primerizas comparó la incidencia de resultados de nacimiento adversos entre aquéllas sin antecedentes de aborto (364,392 mujeres) y aquéllas con antecedentes de aborto con medicamentos o de aborto quirúrgico a las 12 semanas de gestación o menos (46,589 mujeres) y aquéllas con antecedentes de aborto con medicamentos o de aborto quirúrgico después de 12 semanas de gestación (7709 mujeres) (KC, Gissler y Klemetti, 2020). Los investigadores encontraron que el riesgo de resultados de nacimiento adversos posteriores era pequeño, pero que el riesgo aumenta a edades gestacionales más avanzadas en el momento de inducir el aborto. Las mujeres en proceso de tener un aborto con medicamentos más tarde corrían un riesgo 1.4 veces mayor de parto prematuro y de bajo peso al nacer, comparadas con aquéllas que tuvieron un aborto con medicamentos más temprano. Las mujeres que tuvieron un aborto quirúrgico tardío corrían un riesgo 2.6 veces y 1.5 veces mayor de parto sumamente prematuro y peso muy bajo al nacer, comparadas con las mujeres que tuvieron un aborto quirúrgico más temprano.
La importancia de tener opciones
Las características del aborto con medicamentos y la D y E varían considerablemente en ámbitos donde se dispone de ambos métodos de aborto y, si la mujer es elegible para cualquiera de los dos, se le debe ofrecer la opción de elegir entre los dos. Para la mujer, la elección del procedimiento de aborto es intensamente personal (Kerns et al., 2018): algunas mujeres prefieren la velocidad y previsibilidad de la D y E, mientras que otras prefieren un proceso más parecido al trabajo de parto, con un feto intacto (Kelly et al., 2010; Kerns et al., 2012). Cuando la mujer puede optar por recibir su método preferido, la aceptabilidad y satisfacción con el proceso de aborto son mucho mayores (Kapp y Lohr, 2020). En ambos ensayos aleatorizados mencionados anteriormente (Kelly et al., 2010; Grimes, et al., 2004) hubo dificultad con el reclutamiento debido a que las mujeres prefirieron un método, generalmente D y E, más que el otro. En el estudio más reciente de estos estudios, el 100% de las mujeres seleccionadas al azar para la D y E informaron que la elegirían de nuevo, comparado con solo el 53% de aquéllas seleccionadas al azar para un aborto con medicamentos (Kelly et al., 2010). Para poder elegir el procedimiento de aborto que mejor facilita su afrontamiento, las mujeres necesitan información adecuada sobre los dos métodos de aborto y la capacidad para tomar su decisión de manera autónoma (Kerns et al., 2018).
Referencias bibliográficas
Autry, A. M., Hayes, E. C., Jacobson, G. F. y Kirby, R. S. (2002). A comparison of medical induction and dilation and evacuation for second-trimester abortion. American Journal of Obstetrics & Gynecology, 187(2), 393-397.
Bryant, A. G., Grimes, D. A., Garrett, J. M. y Stuart, G. S. (2011). Second-trimester abortion for fetal anomalies or fetal death: Labor induction compared with dilation and evacuation. Obstetrics & Gynecology, 117(4), 788-792.
Grimes, D. A., Smith, M. S. y Witham, A. D. (2004). Mifepristone and misoprostol versus dilation and evacuation for midtrimester abortion: A pilot randomised controlled trial. BJOG: An International Journal of Obstetrics & Gynaecology, 111(2), 148-153.
Kapp, N., Griffin, R., Bhattarai, N. y Dangol, D.S. (2020). Does prior ultrasonography affect the safety of induced abortion at or after 13 weeks’ gestation? A retrospective study. Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica, doi: 10.1111/aogs.14040. Publicación electrónica ya disponible. PMID: 33185906.
Kapp, N. y Lohr, P.A. (2020). Modern methods to induce abortion: Safety, efficacy and choice. Best Practice and Research: Clinical Obstetrics and Gynaecology, 63, 37-44.
KC, S., Gissler, M. y Klemetti, R. (2020). The duration of gestation at previous induced abortion and its impacts on subsequent births: A nationwide registry based study. Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica, 99(5), 651-659.
Kelly, T., Suddes, J., Howel, D., Hewison, J. y Robson, S. (2010). Comparing medical versus surgical termination of pregnancy at 13-20 weeks of gestation: A randomised controlled trial. BJOG: An International Journal of Obstetrics & Gynaecology, 117(12), 1512-1520.
Kerns, J. L., Light, A., Dalton, V., McNamara, B., Steinauer, J. y Kuppermann, M. (2018). Decision satisfaction among women choosing a method of pregnancy termination in the setting of fetal anomalies and other pregnancy complications: A qualitative study. Patient Education and Counseling, 101(10), 1859-1864.
Kerns, J., Vanjani, R., Freedman, L., Meckstroth, K., Drey, E. A. y Steinauer, J. (2012). Women’s decision making regarding choice of second trimester termination method for pregnancy complications. International Journal of Gynecology & Obstetrics, 116(3), 244-248.
Sonalkar, S., Ogden, S. N., Tran, L. K. y Chen, A. Y. (2017). Comparison of complications associated with induction by misoprostol versus dilation and evacuation for second-trimester abortion. International Journal of Gynecology & Obstetrics, 138, 272-275.
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